San Ginés; los mejores churros con chocolate de Madrid

CHOCOLATE CON CHURROS DESDE 1894

Se trata de un bar que recuerda los cafés de finales del siglo XIX. Posee dos plantas en las que hay castizas mesas de mármol blanco y mostrador revestido de azulejería, en las que se puede tomar de forma tradicional un chocolate con churros, cualquier otro refresco o café acompañado por bollería. Su apertura hasta altas horas de la madrugada hace posible que se reúnan personas a desayunar de diferentes tipos.

De forma tradicional abre todos los días de año. Por su cercanía con la Puerta del Sol, es el lugar, si se tiene paciencia, donde se suele tomar el primer chocolate del Año.

El local se construyó en 1890 para que fuera un mesón y una hospedería, pero en 1894 se convierte en establecimiento para la elaboración de churros con la técnica tradicional llamada “a hombro”.

Durante el período de la Segunda República, debido a su ubicación entre pasadizos, se rebautizó popularmente con “La Escondida”. Es referenciada en obras literarias modernistas como “La buñolería modernista”, el histórico arco que la une con la iglesia en la que está situada aparece en los episodios nacionales de Benito Pérez Galdós  y está premiada con los honores del Círculo de Lectores y del excelentísimo Ayuntamiento de Madrid como Centro Histórico Turístico.

Valle Inclán y la Chocolatería San Ginés

En la entrada encontramos dos placas dedicadas a Valle Inclán. Una de ellas afirma que esta chocolatería sirvió de inspiración al escritor para su obra Luces de Bohemia en 1922. La otra sirve como parada en la ruta anual La noche de Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia.

El establecimiento tiene dos plantas y varios rincones. En el interior de uno de sus salones se agolpan fotografías de muchos años, tantas que apenas quedan huecos en sus paredes. Es habitual ver visitantes jugando a reconocer caras famosas en esas fotografías. Por ejemplo, Hugo Silva, Joaquín Cortés, Jimmy Carter, Pedro Almodóvar, Joe Arlauckas o Juan Luis Guerra.

El local, en todas sus estancias, tiene solera. El mostrador está decorado de azulejos y abunda el verde en las paredes. Los camareros, de blanco y con pajarita, te acercan el chocolate y los churros a las mesas, que son pequeñas y de superficie de mármol, como los cafés de siempre. Un buen chocolate con seis churros te costará en torno a los 4 euros (precio de 2018).

El procedimiento es sencillo: te acercas a la caja para hacer el pedido y pagar, recibes dos tiques, buscas una mesa libre en cualquiera de sus salones, enseguida aparece un camarero que te recoge uno de los tiques y poco después aparece en tu mesa el chocolate y los churros o lo que hayas pedido.

 

No puedes irte de Madrid sin probar los famosos churros y el magnífico chocolate de la chocolatería San Ginés, y además está a 70 metros de nuestra recepción!

 



Ir al contenido